Dinarco: Contra Demóstenes

Los tres discursos conservados de Dinarco están relacionados con el proceso de Hárpalo, y el primero, este Contra Demóstenes, es el más largo de ellos. Esta longitud hace pensar que el orador que pronunció el discurso fuera una persona de cierta importancia, pero nada sabemos de él.

El discurso fue pronunciado en segundo lugar, después de la presencia en la tribuna de Estratocles, y esto explica ciertos aspectos de su estructura, pues debe entenderse que en una acusación el primer discurso, que contiene la narración y la argumentación, ya deja demostrada la culpabilidad del acusado. Por tanto, una deuterología tiene la misión de suscitar la cólera de los jueces, y en el caso que nos ocupa anticipar las objeciones que pondrá la parte contraria. Así se explica la aparente falta de un plan lógico, y la preponderancia de grandes proclamas morales frente a las pruebas lógicas.

La exposición de los hechos es sustituida en el discurso de Dinarco por un largo recuerdo del pasado de Demóstenes, en el que se le hace responsable de las desgracias que se han abatido sobre Grecia, como la caída de Tebas, debido a la desastrosa política llevada respecto a Macedonia. La conducta del acusado se compara con la de grandes hombres del pasado.

Respecto al estilo, es muy característico el gran número de préstamos tomados de otros oradores, como Isócrates, Esquines o, paradójicamente, el propio Demóstenes. Por ejemplo, utiliza de forma magistral un topos retórico de reciente aparición, en la que la imagen de una Tebas gloriosa y mártir se tiñe de compasión.

Esta es la estructura del discurso, siguiendo el número de sus epígrafes:
  • 1-3. Exordio: Se abordan algunos puntos ya tratados por Estratocles. Apelación a los jueces para que condenen a Demóstenes.
  • 4-17. El pueblo ha confiado la investigación al consejo del Areópago, en cuyo informe se declara que Demóstenes recibió veinte talentos. Pero este lo niega y se lo recrimina a dicho Consejo. Si Timoteo fue condenado, ¿será absuelto Demóstenes?
  • 18-27. Demóstenes permitió la destrucción de Tebas, aliada de Atenas. Otros muchos han sido condenados por crímenes menos graves.
  • 28-47. Demóstenes ha sido pagado por Macedonia, y ha arruinado a todos los que se habían unido a él. Ha dejado escapar ocasiones ventajosas para la ciudad, y se ha portado de forma muy diferente a los grandes hombres del pasado.
  • 48-63. Demóstenes asegura que el Areópago condenó al cliente de Dinarco, pero esto no es así. Diversos acusados por el Areópago han sido absueltos por el pueblo, mientras que dicho Consejo condenó muchas veces por instigación de Demóstenes.
  • 64-71. Los jueces deben condenar a Demóstenes, ya que este ha dificultado las relaciones entre Atenas y Alejandro de Macedonia.
  • 72-83. Los hombres de Estado son responsables de la prosperidad o el infortunio de una ciudad. Atenas y Tebas fueron arruinadas por traidores. «Así es él: en los combates, guardián de su casa, entre los que se quedan en su casa, embajador, y entre los embajadores, fugitivo».
  • 84-104. Se debe dar crédito a las conclusiones del Areópago. Recuerdo de antiguos procesos. Demóstenes no ha cumplido  con los servicios que de él se esperaban, sino que ha favorecido a Macedonia. «Cuando a las demás dificultades y peligros que nos circundan se ha agregado la corrupción de los propios miembros de la ciudad, cuando todos en común luchamos contra una deshonrosa inculpación y para que no se crea que el Estado retiene fondos que están en manos de algunos particulares, ¿quién espera que en este momento nos salve ese Demóstenes con sus consejos y su administración militar?».
  • 105-114. Los jueces no deben dejarse influir por llantos y súplicas, sino recordar las tumbas de los antepasados, pensar en la patria, y condenar a Demóstenes.

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