Los sofistas: Licofrón

Sabemos que Licofrón fue uno de los discípulos de Gorgias, pero nada más.

El conocimiento de su pensamiento viene de comentarios de Aristóteles, que rescata ciertos pasajes suyos en sus obras. Así, en Metafísica, recuerda que Licofrón afirmaba que «la ciencia es una comunión del saber con el alma». En Física nos dice que, como tantos otros, suprimió el «es», refieriéndose a que, como el verbo ser puede funcionar como copulativo (Sócrates es blanco) o como existencial (Sócrates es), Licofrón sólo admitía este último uso para eliminar las complicaciones dialécticas cuando se trataba la cuestión de la unicidad o multiplicidad de los objetos.

En Política, usa la definición de ley para Licofrón, como «un garante de los derechos recíprocos, incapaz, sin embargo, de convertir a los ciudadanos en buenos y honestos». Es decir, una ley proteccionista lejos del ámbito de la ética.

En Retórica pone algunos ejemplos de su estilo, que considera frío: «el cielo de muchos rostros», «la tierra de altas cimas», «costa de angosto paso», «Jerjes, descomunal varón» y «Escirón, plaga de hombres».

Por último, en un fragmento (Florilegio de Estobeo) expone que la noción de «nobleza» era para él una simple palabra vacía, y que no veía diferencia entre nobles y plebeyos.

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