El Viejo Oligarca: Constitución de los atenienses

Para esta obra contamos con la traducción de Orlando Guntiñas Turón, presentada en la serie Biblioteca Clásica Gredos junto con las obras menores de Jenofonte.

Atribuido falsamente a Jenofonte por su tendencia conservadora (quizá para hacer el juego con su obra Constitución de los lacedemonios), esta obra es un panfleto antidemocrático que ataca al sistema político de Atenas. Fue escrita por un oligarca ateniense de particular lucidez, que se ha dado en llamar «el Viejo Oligarca», y algunos incluso lo sitúan por encima de Jenofonte. Su fecha de composición se ignora, y algunos estudiosos la sitúan antes incluso de la guerra del Peloponeso, y otros en su etapa final. Sea como fuere, constituye el primer documento de la tradición occidental dirigido a analizar un régimen político.

Se ha resaltado la imparcialidad de su mirada, pues rechaza el sectarismo y los arrebatos de sus correligionarios oligarcas, que les impedía reconocer la fortaleza de sus adversarios en el poder. No obstante, es una obra complicada y con múltiples problemas de interpretación: hay una ausencia total de nombres propios y posee un notable carácter atemporal al carecer también de alusiones a hechos concretos. Se dice que la intención del autor fue mostrar el acierto de los atenienses por mantener su sistema democrático (aunque él mismo no lo aprobara), y el escrito se organiza como una serie de respuestas a críticas contra la organización política ateniense. Unas críticas basadas en algunos rasgos aparentemente absurdos de la democracia, pero que para el autor de esta obra han sido diseñados a propósito, y tienen la función de preservar el sistema. {Sin embargo, en nuestra humilde opinión, las diferentes partes de la obra tienen una clara intención antidemocrática: por un lado se pone de relieve el trato esclavizante hacia las ciudades aliadas, y por otro se expresan la mala actuación del pueblo gobernante. Pero en todo ello hay un fondo irónico, como el que podemos encontrar en alguien que cuenta desastres disfrazados de bondades. El texto refleja una situación que necesita un cambio, y éste sólo llegará con los oligarcas en el poder, que alcanzarían tal vez con la ayuda de los aliados}.

En el escrito, las críticas a la democracia se expresan en términos ético-políticos (el ciudadano común no está preparado para buscar el bien de la comunidad), mientras que la réplica aparece en términos político-sociológicos (si el poder recae en las gentes de calidad, se ocuparía únicamente de sus intereses de clase, y no en la comunidad como conjunto). Esta insistencia en demostrar las aparentes contradicciones con un mismo tipo de réplica parece la del teórico que ha encontrado una explicación nueva, y con ese apasionamiento llega incluso a cometer diversas inexactitudes.

En cuanto al estilo, la obra muestra la imperfección de una prosa primeriza, careciendo de la fluidez que le dará el siglo IV aC, y sin rastro de influencias sofísticas. Es una obra monótona y muy repetitiva, a pesar de su brevedad.

Consta de tres capítulos: el primero (con veinte párrafos) es una fundamentación teórica del régimen democrático enfocada desde un ángulo oligárquico. El segundo (con otros veinte párrafos) se dedica al análisis de las fuerzas de la democracia ateniense (la flota) y sus consecuencias (el dominio del mar). El tercero (con doce párrafos) insiste en el rechazo de la democracia. Veámoslo detenidamente:
  • I.1 - Comienzo ex abrupto rechazando el régimen democrático ateniense porque las personas de baja condición están en mejor posición que los hombres importantes.
  • I.2-I.3 - Repartición de tareas: los pobres tienen poder porque son los que empujan las naves. De las filas de los oligarcas, dueños de la tierra, salen los estrategos e hiparcos.
  • I.4-I.9 - Razones complementarias para el gobierno del pueblo: favorecer a las clases inferiores para evitar su esclavitud frente a los poderosos.
  • I.10-I.12 - Situación de metecos y esclavos.
  • I.13 - Nivelación de las clases a través de los costes provocados por las liturgias.
  • I.14-I.20 - Política exterior: apoyar a las capas pobres de las ciudades aliadas las mantiene débiles. Además, el contacto fortalece a la flota de naves.
  • II.1-II.2 - Superioridad de los hoplitas de Atenas entre los aliados.
  • II.3 - Sometimiento de los aliados por circunstancias comerciales.
  • II.4-II.8 - Ventajas del poderío marítimo: atacar a enemigos superiores por tierra, la facilidad de traslado rápido, soportar malas cosechas por las diversas regiones de donde se obtienen productos, préstamos de otras lenguas e influencia de costumbres y vestidos.
  • II.9-II.10 - Digresión sobre el disfrute por el pueblo de festines, sacrificios, baños públicos,...
  • II.11-II.16 - Ventajas del poderío marítimo: explotación de los productos básicos, posibilidad de atacar el continente (otra vez), supuestas ventajas si fueran isleños y la posibilidad de actuar como tales.
  • II.17-II.20 - El pueblo frente a los oligarcas: la responsabilidad con respecto a los pactos se diluye en la masa; el pueblo no es satirizado en las comedias, etc.
  • III.1-III.9 - Crítica contra la lentitud con la que transcurren los asuntos: gran número de fiestas y de juicios, revisiones, imposibilidad de reducir el número de jueces porque fomentaría el cohecho,...
  • III.10 - Repetición de una idea básica: el gobierno democrático no es perfecto, pero se mantiene.
  • III.11 - Ejemplos históricos de ciudades caídas bajo el gobierno oligárquico (Beocia, Mileto, Mesenia).
  • III.12 - Se afirma que unos pocos han perdido sus derechos injustamente.

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