Hiperides: Contra Diondas

Una de las primeras medidas que tomó Hiperides cuando entró a formar parte de la Boulé en el año 338 aC fue solicitar una corona para Demóstenes por los servicios prestados a la ciudad. Sin embargo, Hiperides fue denunciado por un tal Diondas, a pesar de que su petición seguía punto por punto los términos de otra solicitud igual realizada por Aristónico dos años atrás, la cual no fue denunciada por rival alguno.

El proceso se alargó varios años, y los acontecimientos políticos y sociales de esa época se verán reflejados en su contenido, aunque siempre desde el punto de vista de un opositor al gobierno macedonio. Aunque también nos sirven para fechar el discurso, que debió pronunciarse al año siguiente de la destrucción de Tebas (335 aC), ya que Hiperides nombra de pasada a los refugiados tebanos en Atenas, pero antes de la batalla del Gránico (mayo del 334 aC), e incluso antes de la partida del ejército conquistador de Alejandro.

Diondas, si hemos de hacer caso a lo que cuenta Hiperides en este discurso, era un acérrimo defensor de Filipo, primero, y después de Alejandro. Se alistó en el proyecto de Filipo de invadir Persia, que nunca se llevó a cabo por la muerte del macedonio, y para el tiempo del presente proceso, acumulaba medio centenar de denuncias, con sus escasos veinticinco años. La ausencia de noticias sobre él posteriores a esta causa, hacen creer que tal vez se unió al ejército grecomacedonio que partió con Alejandro.

De este discurso llama la atención sus paralelismos, tanto en argumento como en estructura, con el Sobre la corona de Demóstenes, que es cuatro años posterior. Esta semejanza ha hecho reconsiderar a los estudiosos el asunto de la originalidad demosténica en la que es considerada su obra maestra. Por supuesto, ambos discursos forman una defensa contra una acusación idéntica y toman una estrategia similar, y ambos oradores trabajaron juntos en varias causas y compartían una visión política muy cercana, por lo que hablar de plagio o copia está fuera de lugar. Más llamativas son sus diferencias, que muestran cómo los dos oradores se habían alejado para el 330 aC. Así, por ejemplo, cuando el presente discurso de Hiperides habla de «nosotros» o «el pueblo» al tratar de lo logrado antes de la batalla de Queronea, Demóstenes simplemente usa la primera persona del singular.

Con sus palabras, Hiperides trata de justificar su actuación en años anteriores, pero también mantener a su lado al pueblo, en caso de futuras rebeliones. No duda en aprovechar la conmiseración causada por ser uno de los antimacedonios perseguidos por Alejandro para lograr el apoyo de los jueces.


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