Fedón y los elíacos y erétricos

La escuela de Elis, una de las líneas de pensamiento socrático, fue fundada por Fedón, seguidor de Sócrates. Por su parte, Menedemo trasladó a Eretria la escuela, o tal vez inició allí un círculo nuevo. El calificativo de «escuela» debe matizarse de forma conveniente, pues no siempre se tienen claras las relaciones maestro-alumno, y se piensa más bien en posiciones parecidas que parten de influencias comunes.

Las enseñanzas de Fedón giraban en torno a la unidad e identidad del ser, parámetros similares a los que encontramos en la escuela de Mégara. Sus seguidores se centraban en asimilar y desarrollar el aspecto moral de la filosofía socrática, sobre todo en relación a cuestiones cívicas y éticas. La escuela de Eretria continuó con la identificación de la virtud y la verdad. Las teorías morales de estos dos círculos, junto con algunas ideas de los megáricos, prepararían el terreno al estoicismo y su insensibilidad o apatía absoluta.


Fedón de Elis

Según Diógenes Laercio, conoció a Sócrates tras ser vendido como esclavo, al haber caído prisionero en una batalla (con bastante probabilidad ocurrida durante la guerra entre Elis y los espartanos, ayudados éstos por los atenienses, en 401 aC). El sabio logró su libertad por mediación de un amigo (Alcibíades o Critón), y Fedón se convirtió en su discípulo. Tras la muerte de Sócrates y una breve estancia en Mégara, regresó a su ciudad natal. Sus enseñanzas parecen semejantes a las de Euclides de Mégara, con un interés especial por las cuestiones éticas. Se le atribuyen algunos títulos de obras con forma de diálogo, hoy perdidas.


Menedemo de Eretria

Descendiente de una familia noble pero pobre, aprendió las artes de su padre, Clístenes, quien fue arquitecto y pintor. Viajó con la milicia hacia Mégara, conociendo la Academia de Platón. Junto a Asclepíades, pasó luego a ser alumno de Estilpón, y más adelante de Fedón. Sucesor de Plístano al frente de la escuela de Elis, que trasladó a Eretria.
Empleó sus dotes de orador para salvaguardar a Eretria, y a los griegos en general, del imperialismo macedonio. Según se dice, alcanzó fama en su patria al lograr que el diádoco Demetrio rebajara a su polis el tributo anual a los macedonios. Se convirtió en consejero del diádoco Antígono I.
Siempre criticó los excesos, pero sin caer nunca en la austeridad o la crítica radical.


Otros pensadores de esta línea fueron Plístano de Élide, sucesor de Fedón al frente de la escuela, Pasifonte de Eretria, Anquipilo de Elea, Mosco de Elea, Tesibio de Calcis y Asclepíades de Fliunte (quien, como Menedemo, estudió con Estilpón de Mégara antes de ser discípulo de Fedón).